Luis Nunes Bertoldo
Escrito porAuthor: Luis Nunes Bertoldo
Analista político

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Pedro el apóstol, negó a Cristo tres veces; era pescador. Pedro, el profesor-sindicalista-rondero y con otro rosario de títulos (algunos no muy santos), lleva semanas negando ser el cabecilla de una organización criminal, afirma que su familia y allegados son inocentes y víctimas del Triángulo del Diablo, o sea el Parlamento, la Fiscalía y los medios de comunicación social.

Desde Freud, pasando por Frege, Lofti Zadeh y otros autores hasta nuestros días, hay múltiples hipótesis sobre el tema en cuestión. El psicoanálisis abunda en análisis y ensayos.

La coach Rosa María Cifuentes, que es especialista en lectura del rostro, morfo psicología, comunicación no verbal, grafología y astrología en salud emocional, tiene también varios textos y estudios sobre las mentiras y el poder.

Me pregunto cuánta mitomanía, manipulación de la verdad y cinismo, hay en las declaraciones y en el lenguaje corporal de nuestras élites políticas y en los abogados y “ministros teloneros” de Aníbal Torres Vásquez.

Corrupción y las mentiras de la negación, son una mezcla molotov.

Cuando me especialicé en Comunicación Política, se confiaba mucho en la mirada como una de las fuentes de información más valiosas. Esto ha cambiado; el político ahora te miente mirándote directamente a los ojos y ya no parpadea para no demostrar nerviosismo o tensión. Los psicópatas, estafadores y mentirosos habituales, ahora aumentan el contacto visual durante el engaño, por seguir la idea común de que quien nos mira a los ojos fijamente, es sincero.

Castillo está acorralado pero insiste en “gestos patógrafos” (emociones, sensaciones y lenguaje corporal) que lo delatan. Poco a poco llegará como su exministro Gaviria, a perder el control de sus emociones, más aún si en los próximos días detienen a su esposa.

Se está esforzando tanto en negar y ocultar, que sus mentiras se están convirtiendo en una enorme bola de nieve. Negar una verdad, para justificar sus actos es un acto posible pero cobarde.

Y los que están cantando algunas verdades, lo hacen porque están contra la pared y, por recibir algún beneficio procesal, pero igual son delincuentes.

Me gusta el cine; he visto variadas películas cuyos títulos van desde el Club de la pelea, el Club de los poetas muertos, hasta el Club de los incomprendidos o el Club de los desahuciados.

Ahora estamos frente al Club de las mentiras y la negación.

Lamentable.

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