Author: Alfredo Kato
Periodista y exeditor de Espectáculos del diario El Comercio

Muchos piensan que siempre fui un periodista de Espectáculos y no es así. Claro que, desde que era un colegial, soñaba con llegar a hacer periodismo y escribir sobre Espectáculos. Y agradezco al que está arriba por haber hecho que mi sueño se hiciera realidad en un plazo menor al que yo había calculado. Porque cuando uno ingresa a trabajar en un periódico, no elige la sección a la que le gustaría pertenecer. Todo depende de las necesidades que tenga que cubrir el diario.
Cuando ingresé a La Prensa, el 1 de abril de 1962, fui redactor de turno – cubre todo lo que inesperadamente sucede en la ciudad- de día (9 a.m. a 5 p.m.) y de noche (5 p.m. a 2 a.m.). Después fui destacado al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, donde debía entrevistar a todo personaje importante que pasara por Lima, y más tarde al Palacio de Justicia, para cubrir los juicios más sonados. Tras adquirir gran experiencia, me pasaron a la página Política.
Las fuentes que debía cubrir todos los días: el Jurado Nacional de Elecciones, el Jurado Departamental de Elecciones y los partidos Aprista, Movimiento Social Progresista y Frente de Liberación Nacional. Mis experimentados colegas de sección eran José Mujica Málaga, Jaime Marroquín Gámez, Fernando Fouché, Jorge “Cebollita” Merino y Juan Gutiérrez y a todos ellos les estoy muy agradecido porque con ellos aprendí bastante.
Sonrío cada vez que recuerdo esta anécdota: el líder aprista Manuel “Cachorro” Seoane había retornado de Chile tras un largo exilio y me pidieron que lo entrevistara. Cuando me vio advertí en su rostro cierta sorpresa, porque le habían enviado a un chibolo y no a un periodista de peso. Sin embargo, aceptó que lo entrevistara y, tras cada respuesta, me exigía que le leyera mis apuntes para constatar si era exactamente lo que acababa de declarar.
Yo no sabía ni sé taquigrafía pero escribía tan rápido que, felizmente, no tuvo la oportunidad de corregirme. Cuando la entrevista apareció publicada, no hubo ninguna llamada de atención de la oficina de don Pedro Beltrán, de tal manera que había aprobado el examen. Pero no voy a negar que el “Cachorro” Seoane me hizo sudar frío. Esa época fue para mi muy emocionante, excitante y…trabajé duro y parejo. Todos los días salía de La Prensa pasadas las 2 a.m.
Imagínense, cuando habían mítines tenía que escuchar a los que hablaban primero, retornar al periódico y redactar para las ediciones de provincias (norte, centro y sur), y después nuevamente volver al mitin para escuchar al orador principal. En esa época no existían los teléfonos celulares, ni las computadoras.
Cuando me tocaron vacaciones, viajé a México con un grupo de estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú y yo me quedé un mes que aproveché para hacer entrevistas a algunos artistas y en la noche pedía prestada una máquina de escribir en el hotel y redactaba mis notas que enviaba por correo a La Prensa, adjuntando fotos que tomaba y hacía revelar allá. Felizmente, me las publicaron todas.
Cuando volví al trabajo, Pedro Felipe Cortázar, que era el Editor en Jefe de La Prensa, me preguntó: “¿Te gustan los Espectáculos,no?” Ya ustedes imaginan lo que le respondí y él me dijo que debía aprender a diagramar y a hacer titulares, porque iba a tener que armar mi página. Fue entonces que le pedí a Pedro “Perico” Rodó que me enseñara a diagramar y aprendí “más rápido que inmediatamente”…y desde entonces, 1963, escribo sobre Espectáculos.
En la foto-captada el 16 de abril de 1962- pueden apreciar que saludo a Víctor Raúl Haya de la Torre, quien retornaba de la convención aprista en Ayacucho, A su lado aparece el congresista Carlos Enrique Melgar.
 
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