Claudia Viveros Lorenzo
Author: Claudia Viveros Lorenzo
Comunicadora mexicana, doctora en Educación y autora de “Migrar al Perú y no morir en el Intento”

Claudia ViveroJavier Cercas ha teorizado que una comunidad sana debe tener tres tipos de ciudadanos: un médico que ayude a morir, un maestro que enseñe a vivir y uno que sepa decir no. Este tercero es indispensable cultivarlo desde su nacimiento, pues las sociedades necesitan con urgencia personas excepcionales.

Galileo de Brecht sentenciaba: “pobre de la sociedad que necesite héroes”, “más pobres aquellas que no los produzcan”, refutaba Cercas. Y es que ya sabemos que la humanidad adolece de corrupción. Hay zonas donde se trabaja más en el tema y otras donde menos, pero existe, está latente, es una posibilidad. La cosa es no perder de vista que no debemos tomar la opción. Enseñar a las nuevas generaciones que caer en la tentación solo nos conlleva a más pobreza y crisis –internas y externas-.

A principios de año cayó en mis manos la nueva novela de Jaime Bayly, que no es mi autor favorito, pero no niego que es entretenido. “Pecho Frío” se llama. Me la comí. Y es que es un retrato fiel de muchas cosas que pasan dentro de algunos núcleos (en este caso Peruanos) pero creo que puede aplicar de forma general algunas semejanzas a cualquier lugar del mundo.

En este relato, su protagonista, Pecho Frío, hace de todo con tal de salirse con la suya, por no poder resolver correctamente una mala decisión tomada en el afán de conseguir algo de forma fácil. Esto lo lleva a generar un alud de situaciones inimaginables y a cometer actos altamente corruptos, con la mentalidad de que a través de ellos siempre podrá salir adelante. Pero sin afán de contarles la novela, el destino lo alcanza. Comento este referente porque esa es la moraleja de todas estas líneas. Hagas lo que hagas, de forma fácil o incorrecta, siempre traerá consecuencias y tendrá un límite.

No aplaudamos más esta conducta del “vivo”, porque hasta en eso estamos cayendo en un error. Calificar de muy inteligente a todo aquel que siempre se puede escabullir, puede obtener una ganancia de más o puede aplastar al prójimo mediante triquiñuelas, hace que nuestras nuevas generaciones se impregnen de modelos equivocados a seguir. Cultivemos el “bien hacer”, el “bien estar”, el “bien ser”, y el “bien tener” tal y como el nikei mejicano Carlos Kasuga nos sugiere en sus libros y conferencias. Todo lo que haga, hágalo bien y verá como llega el éxito a su vida. Y lo que es mejor, un éxito bien ganado y más satisfactorio; y ahí encontrará la felicidad, y no es utopía, se lo aseguro.

Confíe en usted mismo y otorgue confianza en los demás. Si alguien le falla, vuelva a confiar. Sea limpio, educado, honesto, puntual, austero, disciplinado, estudioso, responsable, en todos, toditos los ámbitos de su vida. No cumpla con solo lo necesario, haga lo extraordinario y algo muy importante: reconozca todo lo bueno. Estamos muy escasos de lo que en las empresas llaman “sueldo moral” o reconocimiento social. Llenamos titulares de malas noticias, pero poco reconocemos las buenas acciones y esto aunque no lo queramos reconocer, conlleva a pensar que no vale la pena hacerlas. Cuando usted comience con su propia labor interna, verá como lo demás girará sin darse cuenta. Provocará malestar en algunos, sí ¡seguro!, en los que no saben vivir bien, pero también es seguro que usted será piedra angular del cambio. Se predica con el ejemplo, no con el señalamiento y la critica. Y si nos tachan de soñadores, ¡pues que más da!. Yo prefiero soñar bonito a tener todos los días pesadillas.

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