En el verano de 1992, la ‘U’ jugaba copa y Alfredo González, por entonces hombre fuerte de los ‘cremas, prometía un ´10’ extranjero de calidad. Todas las informaciones provenientes del Río de la Plata hablaban de Pablo Bengoechea como el elegido.
El ‘Profesor’, así le decían al hoy técnico de Alianza Lima, era un armador de gran pegada que se hizo muy conocido internacionalmente por su paso en Wanderers y por su gol en la final de la Copa América del 87, que finalmente ganó Uruguay a Chile (1-0). Era un jale de nivel que se sumaría –así estaba pactado- a los nombres locales que ya brillaban con la ‘U’: Roberto Martínez, José Carranza, Juan Carlos Bazalar, Ronald Baroni y Juan Reynoso.
El refuerzo no era menor. Bengoechea venía de jugar cinco años en el Sevilla español y estaba preparando su regreso al fútbol sudamericano. Mientras González se frotaba las manos con su llegada y los diarios preguntaban por el día de su arribo, la negociación cambió de golpe y Pablo eligió irse al Gimnasia y Esgrima de Argentina, que dirigía Gregorio Elso Pérez Perdigón (hoy con 71 años, esa vez con 44) el mismo que hoy ha sido nombrado técnico de la ‘U’.
“Son muy amigos, eso cambió la cosa, Pablo tenía intenciones de venir al Perú, pero la oferta de Argentina terminó siendo más tentadora también desde el plano humano”, justificaba el suplemento "Deporte Total" citando a un directivo merengue.
La relación entre Pablo y Gregorio venía de años, de hecho lo había entrenado de joven en Uruguay y el volante privilegió ese vínculo desechando a los 'cremas'. Su paso por el Lobo fue breve, solo jugó 16 partidos y marcó 5 goles, para marcharse luego de regreso a Peñarol, donde fue figura indiscutida por varios años más. El técnico que lo llevó a Peñarol fue el propio Pérez, quien ganaría varios títulos locales junto al mediocampista.
González, resignado tras el desaire de Bengoechea, salió a buscar de emergencia un sustituto para el jale caído y adquirió al paraguayo Jorge Amado Nunes, un ‘10’ que venía de ser titular en México 86. Visto el inmenso recuerdo que dejó el ‘Cenizo’ en la ‘U’, no estuvo nadita mal el reemplazo.