Diego Uceda
Author: Diego Uceda
Consultor

bandera fondo negroLa noche que regresaba de dar el último adiós al amigo, AGP, en la histórica Aula Magna del Partido Aprista, y luego de haberme encontrado con rostros de amigos conmovidos y unidos en el dolor, me preguntaba cual “Zavalita” ¿cuándo se jodió la política en el Perú?

Y se me vinieron cúmulos de ideas como por ejemplo que quizás nuestra Independencia no nos costó sangre, sudor y lágrimas, nos liberaron San Martín y Bolívar que con ideas de Monarquía uno y de Gran Republica el otro no eran precisamente peruanos.

¿Acaso la revolución e independencia no debió liderarla algún grupo de Criollos Peruanos encojonados y ganarla a pulso y unidos como un puño? ¿Acaso mestizos e indios, negros y mulatos de todo el Perú no debieron integrarse y ellos independizarnos y fundar la República del Perú?

Creo que siempre la vimos fácil, facilita, pasando piola, de medio pelo, de medio lado y es así como probablemente fuimos creciendo como clase política y desarrollando un País Desintegrado.

Nuestra clase alta y media durante el Virreinato no querían la Independencia, pues este tenía la mayor cantidad de aristocracia y nobles con cierto grado de independencia de la corona española. Mientras que los independentistas del Virreinato de la Plata o la Capitanía de Santiago de Chile, así como los independentistas de Venezuela y Colombia, les interesaba mucho que desaparezca ese “Núcleo Duro” de esos mestizos peruanos que vivían en Lima los elegidos del dominio colonial.

Los peruanos hemos estado acostumbrados al vasallaje y a ser cortesanos. Y es así que -tras la independencia- se desatan los “Demonios de la República. Viene una severa crisis después de la guerra con Chile, con Barones del Guano y el Azúcar, con decenas de presidentes mediocres y militares haciendo de políticos. Con una Oligarquía que choleaba y un campesinado que poco a poco iba rumiando su rabia y que a la encendida chispa se volvió en Sendero Luminoso.

Somos una República malagüa  que nunca se llegó a consolidar, donde la mezcla de modelos constitucionales disímiles se juntan papas con camotes.

Quienes nos independizaron no se dieron cuenta que nos independizaban en parte contra nuestra voluntad, observen que a pesar de que vamos a cumplir 200 años solo nos sentimos nación unificada cuando la selección de fútbol clasifica a un Mundial o sufrimos alguna catástrofe. Solo allí  los peruanos tenemos sensación de arraigo.

Definitivamente y algunos amigos se molestarán, creo que nunca llegamos a tener una Clase Política ni siquiera mediocre, simplemente no la tenemos, y no me excluyo. Yo nací en una familia altamente politizada, mi abuelo paterno fue el primer Secretario General del APRA en Cajamarca, fue perseguido y murió a causa de ello, el guerrillero Luis de la Puente Uceda mi tío, dos hermanos de mi madre uno Senador Pancho y el otro Roger Guerra-García Congresista y hombres de Bien, mi padre Diego dos veces Alcalde de Cajamarca y luego encarnizado Velasquista, ergo alguna relación cercana tengo con la política y yo mismo estoy en ella hace cuarenta años por lo cual no me eximo de responsabilidad, pero empero, si he mamado política y no he hecho nada relevante y convivo con mis colegas de la política de todos los partidos, la pregunta es, ¿qué pasa?. Eso es algo que costará mucho analizar y será materia de estudio.

Creo que lo que viene pasando hoy en el PERU es un drama y por los últimos hechos sucedidos, que signifiquen un antes y un después. Hay que marcar un hito ahora mismo o todo se va a ir al tacho.

Un ejemplo que me da envidia sana es que nuestros vecinos del sur, Chile, cuando cumplieron su Bicentenario nombraron una comisión formada por sus últimos cinco Presidentes, algo obviamente imposible para nosotros, ¿o acaso no sabemos dónde y cómo andan Fujimori, Toledo, Ollanta, PPK y el ahora ausente Alan García?, ¿qué horror no?

Pienso amigos lectores que debemos, los políticos, reflexionar más que nunca y concertar, dialogar, dejar los odios y enconos, que los últimos dramas, injusticias y demás, son producto de nosotros mismos y nuestros propios errores- Hay que renovar la política y hacer que los jóvenes crean en un País Mejor.

Para terminar este texto cabe recordarles una frase que recogió el Maestro  Víctor Raúl Haya de la Torre: “Mortal, no hagas de tu Odio Inmortal”.

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