Generar confianza, en países como los nuestros es difícil, porque venimos de muchas decepciones y eso genera normalmente incredulidad.
Generar confianza es importante, porque quienes tienen confianza, creen en la palabra de sus líderes y si creen, hacen lo que ellos les piden.
Creer y actuar espontáneamente, es muy importante porque supone actos de convencimiento personal y de voluntad.
Es diferente de los actos que se hacen como resultado de la propaganda, del marketing o de la manipulación mediática que crea súper héroes.
Eso se puede hacer y da resultados; pero esas “fidelidades” y sus frutos de “acatamiento”, duran lo que dura la campaña en los medios y desaparecerá después.
Es decir, la propaganda, no tiene profundidad, es superficial y no significa demasiado, para los objetivos de respuesta conductual que se desean.
De otro lado, generar confianza, requiere actos concretos.
Si se quiere dar el mensaje, no la imagen, de que se quiere actuar bien, se toman decisiones, tales como apartar gente y traer otra.
Si se han cometido errores, es absurdo mantener a esos que los cometieron. Da la señal, de que se dice: “No importa cuánto te equivoques, te quedas”.
Esa señal es pésima, en todos los sentidos: genera desde engreimiento hasta soberbia. Desanima a quienes propusieron mejores cosas y mantiene una línea abierta de generación de problemas, pues saben que, si sucede lo mismo, no pasará nada.
Que se cometan errores, que se haga quedar mal al jefe, que de la imagen que toma malas decisiones, aunque solo sea porque escucha a malos consejeros.
La jefatura, no supone que uno tiene que ser bueno y simpático, sino que uno debe cumplir objetivos (para eso son las condiciones que de uno hacen un jefe).
¿Quién dijo que la manera adecuada de difundir era la televisión? ¿Por qué no se trabajo también con la radio y a través de avisos por escrito y con altavoces, desde el comienzo?.
Muchos no estuvieron informados y no sabían que no debían salir de sus casas. Muchos no se prepararon ni guardaron alimentos y si se les hubiera dicho la verdad, hubieran viajado a sus regiones y no habría el espectáculo de ahora.
¿Por qué no se encargó el aviso, sobre lo que venía, a los presidentes regionales y a los alcaldes, desde un comienzo, solo porque no tuvieran protagonismo importante?
La falta de directivas concretas para la organización de las compras en los mercados y las detenciones policiales, generaron efectos contrarios al aislamiento.
La difusión adecuada de medidas de prevención, es grave, porque se advierte que no han protegido a los soldados de esta guerra: 1,300 policías contagiados dice mucho y de enfermeras y médicos no se sabe. Eso ha motivado las renuncias.
Se les hace hacer colas de despistaje y solo se les revisa la garganta a los policías. Es vergonzoso. Ahora ya son afectados económicamente muchos profesionales independientes: abogados, médicos, sicólogos, profesores, y un largo etc…
Además, hay artistas, cantantes de música folklórica, músicos, bailarines, albañiles, vendedores de distintas cosas, taxistas, miles de personas que las dejan inermes y sin apoyo. Y todavía echarles la culpa de las ampliaciones, es insólito, solo porque salen a buscar comida.
No es nada gracioso que se den fechas de fin de la cuarentena y que luego se amplíen, como que si no se supiera el tiempo que es necesario aislar. Unos lo sabemos, otros, son sorprendidos en su confianza.
Tiene que corregirse lo malo que se hace, pues hay responsabilidad del ejecutivo.