No fue un viernes cualquiera lo que sucedió en la sede del Colegio de Periodistas de Lima (CPL). Muy por el contrario: la magna aula que reúne a los hombres de prensa limeños tuvo un invitado especial. Carlos Alberto Neuhaus Tudela, el dirigente peruano que con su capacidad profesional nos hizo enorgullecer a todos el pasado mes de julio y parte de agosto al mando de la organización de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019 y VI de los Parapanamericanos. Vistiendo terno azul, camisa celeste y corbata a cuadros departió muy aparte -previa a la ceremonia- con el decano Max Obregón Rossi, Víctor A. Urquiaga, Ligia López de Castilla, Justo Chávez y esposa, César Campos, Daniel Cumpa y 'quién esto escribe', como anotaba siempre en sus columnas el recordado Lucho Puiggrós Planas (+).
Neuhaus iba a recibir diploma y medalla de honor al mérito como presidente del Comité Organizador de las citas deportivas antes citadas que tuvieron por sede Lima y algunos de sus populosos distritos. Lo que nos dijo en esos instantes fue casi como cuando uno asiste al estadio a ver un partido de fútbol y tal jugador anota un soberbio gol –como aquél de César Cueto a Ramón Quiroga en un Alianza Lima-Sporting Cristal donde el ‘Zurdo de Oro’ viendo adelantado al ‘Loco’ desde casi media cancha le sombreó la pelota y la pelota terminó besando la red del aún no remozado Estadio Nacional. O cuando se concurre a un teatro o a un cinema y es tan espectacular y hermoso lo que acaba de presenciar y el público se retira comentando que “las entradas fueron caras pero estuvieron bien pagadas”.
Así, en detalle fue todo lo que escuchamos de Neuhaus en la calle Canevaro en Lince. La verdad que lo quisimos las ocho personas delante de Carlos es que continuara contando la serie de hechos y anécdotas que no han trascendido al público pero… los invitados y colegas esperaban y había que iniciar la función. Algo más dijo delante de ellos pero de lo nuestro: del pequeño grupo sí muchísimo qué rescatar.
Y empezó, por ejemplo diciendo: Perú al final de los Panamericanos Lima 2019 ganó 39 medallas (1 de oro, 7 plata y 21 bronce). Neuhaus reveló que es posible sumemos 40 porque hasta donde él sabe se habría descubierto un caso de dopaje ¿En qué deporte?, le pregunté a un ladito. “Creo que es en lucha”. Después nos contó que en plena organización de los Juegos ante los permanentes conflictos entre el Ejecutivo y el Congreso “nuestro secreto en esos instantes fue agacharnos en ese fuego cruzado; que no nos impactarán las balas, menos su estallido y avanzar lo más que podamos hasta llegar a la colina”.
Nos mira a todos y agrega: “En menos de un año se obtuvieron las torres, Los ensayos no se detuvieron, las obras avanzaban, gente que sin cobrar ponía el hombro diciendo ‘en qué más puedo ayudar’ y yo a modo de anécdota tenía que echarme agua fría a la cabeza siempre y continuar sin dejar de pensar en los planes A, B y C por si fallara en algo y claro que se falló algunas veces”. Hasta formó un Comité de Crisis para resolver situaciones llegadas a extremos.
Ponía su reloj despertador las 05:00 am y cierta madrugada timbró para escuchar que había problemas de transporte para las delegaciones. “Llamé al toque a los Comandantes Generales de nuestras FFAA y cada una de ellos me puso movilidades sin chistar, aparte de taxistas y empresas de ómnibus amigas. Se arregló el asunto”. Otra: el equipo masculino boliviano de ratquebol iba a competir y un compatriota suyo se ofreció llevarlos en su propia movilidad -contó Neuhaus- porque “conocía Lima” pero lo cierto que no llegaba nunca ante la desesperación del propio Presidente Evo Morales presente. “Tuvimos que acudir a la policía motorizada, ubicar el retrasado vehículo y llevarlo a tiempo. Bolivia justo obtuvo la medalla de oro al ganar a Colombia”. Evo y su gente celebró y ni qué decir Neuhaus y los suyos.
En la brillante inauguración de Lima 2019, la noche del 26 de julio, nadie se percató -solo Neuhaus y los responsables- que una cámara de cuatro puntas que corría y bajaba se trajo abajo el asta donde iba a figurar la bandera del Comité Olímpico Internacional (COI). El tiempo corría y no hubo forma: la bandera del COI no flameó esa noche y las cámaras de TV y luces enfocaron siempre al lado de las otras banderas. Por eso su presidente, el alemán Thomas Bach ni cuenta se dio. Neuhaus sacando pecho con visible orgullo aunque él siempre lo disimula, nos cuenta que los Panamericanos limeños tuvieron ¡10 deportes más que los Juegos Olímpicos! y eso dice mucho de su impecable organización. Una organización que dejó al dirigente chileno Neven Ilic, presidente de Panam Sport que justo él perdió la sede ante Perú en el Congreso de Toronto 2013 sin dormir bien durante medio año. “Por eso que acá en Lima tras ver lo que hicimos me dijo que ahora se daba perfecta cuenta porqué dejaron a ellos (los chilenos) la organización de los próximos Panamericanos 2023 y porqué tenemos la mejor barra del mundo en relación al hincha peruano que alentó a nuestra Selección en el Mundial de Rusia 2018”.
La duda nuestra y se la dijimos a Carlos es si Ilic le comentó cómo harán los chilenos con sus caballos que usan los huasos en comparación a la galanura y belleza con que se desplazan nuestros caballos de paso. Neuhaus solo atinó a sonreír de muy buena gana.
Dentro de esa retahíla de revelaciones, le pregunto cuánto fue el presupuesto final de la organización y me responde: 5 mil 700 millones de soles ¿Y los gastaron todos? vuelvo a anotarle y Neuhaus me mira y dice: “No. Gastamos solo 5 mil millones” Sin pretender sacarle cinco pies al gato vuelvo a preguntarle: ¿qué hicieron con los 700 millones restantes”. “Nada, lo que hace una persona honrada: los devolvimos al Tesoro Público. Toda mi vida he pensado que la persona no se hace sino se nace”. Entonces, yo me acuerdo de la endemoniada empresa brasileña Oldebretch, de los congresistas corruptos y que se tapan entre ellos; de Becerril, de Olaechea y Tubino, de los cinco gatos apristas, de Vitocho, de Marisol Espinoza, de la Vilcatoma, de la Bartra, de los Cuellos Blanco del Callao; del ex fiscal Chávarry y, en general, de todo lo nocivo que habita entre nosotros.
Menos mal que como Neuhaus Tudela hay muchos buenos peruanos. Por eso el CPL de Obregón Rossi va a abrir con Carlos como invitado a un debate para seguir escuchando cómo se puede hacer obra sin llenarse los bolsillos de plata y, de paso, deleitarse escuchando su anecdotario de este dirigente peruano que no deja de acaparar elogios por donde va ¿Alguien lo duda?
Foto: Germán Falcón