Hugo Guerra Arteaga
Author: Hugo Guerra Arteaga
Periodista, abogado, economista y analista político

Hugo Guerra

Solo la prensa marxistoide y los bobos siguen sosteniendo que a Evo Morales le dieron un golpe de Estado, cuando la realidad es que cayó por tirano.

Reelegirse cuatro veces -con la bendición cómplice de la OEA- es un crimen contra la democracia y una experiencia sostenida con el dinero del Foro de Sao Paulo y los intereses estratégicos de Irán y China. Su caída obedece al movimiento de masas hartas del modelo tiránico y de una economía artificialmente inflada, repleta de obras elefantiásicas y una retórica ridícula que pone en la misma licuadora a cocaleros, narcotraficantes, contrabandistas, dirigencias corruptas de mineros, chavismo, socialismo del siglo XXI y el culto personal a un atorrante que se autoconsideraba Apu Mallka, merecedor de aviones y residencias de lujo, puterío escandaloso y juegos “gringos” de golf.

Frente al desenlace no caben debilidades. Por ejemplo el pronunciamiento de Torre Tagle ha sido vergonzoso. A diferencia de lo que los propios policías y militares bolivianos han hecho en defensa del orden democrático, sin pasar jamás por la vergüenza de los mandilitos rosados que nos han sumido en el hazmerreír regional.

Cerrar el espacio aéreo para impedir la fuga de Morales es solo una formalidad; lo urgente es sellar las fronteras para impedir la infiltración de subversivos chavistas, delincuentes de diferente ralea y azuzadores de conflictos que tienen un estrecho vínculo con el sur peruano; algo que se trató secretamente entre Vizcarra y Morales en su extraño encuentro de hace pocos meses.

El Foro de Sao Paulo, fortalecido con la liberación de Lula y en pleno traslado de Puebla a Buenos Aires tiene demasiado dinero, una organización que incluye a partidos como el de Mendoza y Cerrón en el Perú y es capaz de alentar la sedición en el corredor minero sur peruano. Además las conexiones con el grupo terrorista Frente Manuel Rodríguez, que alienta subversión desde época del miserable Salvador Allende, hace peligroso que en el cono sur latinoamericano se encienda una llama comunista que debe controlarse con represión radical de policías y militares; y no con la cobardía de un incapaz Piñera.

En el caso peruano debe mantenerse con rienda muy corta a Vizcarra, de ser posible vacarlo. Y cuidar que en las elecciones forzadas de enero no haya fraude electrónico porque esa es parte de la estrategia chavista: modificar la Constitución del 93, cambiar el régimen económico e instaurar una república socialista.

¡Cuidado!

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