Doña Susana y Don Lucho tienen mucho, sueña a poema pero es un drama.
Nuestros exburgomaestres tienen mucho que explicar respecto a los peajes y ambos han puesto en riesgo el crecimiento de nuestras redes viales vía las llamadas concesiones.
Lima hace rato que necesita carreteras modernas y no remedos de estas, a Castañeda no le dio la gana de hacer la mega obra Túnel La Molina-Miraflores el año 2015 porque la IP (Inversión Privada) la presentó OHL Constructora Española que no era del agrado del Mudo, más proclive a las constructoras brasileñas, a pesar que los Españoles ganaron la IP y fue aprobada por la gestión Villarán, como él no la aprobó, él no la realizó.
Pero para ir al asunto de fondo y no quedarnos en lo anecdótico lo cierto es que las concesionarias financiaron campañas millonarias y los ex burgomaestres permitieron a estas empresas ganancias extraordinarias a cambio de los “favores” a los alcaldes.
No sería tan difícil de resolver el problema si se hubieran mantenido a los operadores, lo que complica la solución es que ya no participa en el “negoció” la constructora corrupta que debía brindar el servicio y cobrar el peaje para recuperar la inversión.
Los demagogos hablan que se eliminen los peajes. Esto no es tan sencillo pues en más de un caso la constructora corrupta vendió su parte a una tercera como es el caso del Fondo de Inversión que compró Rutas de Lima. Estás empresas que compraron a las concesionarias corruptas son terceros pero tiene responsabilidad, compraron conociendo las denuncias de corrupción que envolvían a estas empresas, por eso no debería haber contemplaciones y se las debe obligar a renegociar esos contratos leoninos contra la ciudad.
En fin, nuestra ciudad necesita pistas y vías concesionadas. El alcalde Muñoz tiene ahora una papa caliente que deberá resolver cuanto antes y de manera expeditiva e inteligente.
El “Colorao” que entró con bríos se encuentra con problemas del Orinoco que él no sabe y yo tampoco.
A resolver se ha dicho y esperemos que lo haga bien y no se dedique solamente a apagar incendios.
Por el bien de Lima deberá tomar al toro por las Astas.
