Nueve personas de cada 100 mil habitantes del Perú mueren en accidentes de tránsito, según el último Censo de Comisarías del INEI, realizado en 2016. Y si comparamos esta cifra con otra gran problemática del país, según el INEI, 7.7 de cada 100 mil habitantes mueren víctimas de homicidios. Es decir, más personas mueren en las pistas y carreteras que en manos de la delincuencia y al parecer, no somos conscientes de ello, a pesar de que cada día vemos en los noticieros sendas notas sobre accidentes de tránsito.
Estamos tan acostumbrados que, a veces, instintivamente, agarramos el control remoto y cambiamos de canal, pensando “Otra vez lo mismo”. Por lo que resulta curiosa la tremenda cobertura que se le ha dado al accidente de la Javier Prado en el que dos jóvenes ingenieros perdieron la vida, luego de ser arrollados por un vehículo conducido por Melissa González Gagliuffi, quien luego de una suerte de linchamiento público, está desde este lunes, en prisión preventiva.
Hubiera querido que en la gran cobertura que los canales de televisión le han dado (y le siguen dando) a este caso, con transmisión en vivo y en directo de la audiencia, como si se tratara de un reality show, alguno hubiera explicado con un panel de especialistas si esta medida, efectivamente era lo que correspondía.
Hay muchas preguntas, como por ejemplo ¿cuál es la pena por ocasionar la muerte de una o de varias personas en un accidente? ¿Qué dice el Código Penal? ¿Es verdad que solo si el conductor está bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes, o con presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, la pena es de más de cuatro años? ¿Es cierto que si la pena fuera menor a eso, no hay prisión efectiva?
A los dos días de este caso, hubo otro muy similar en San Juan de Lurigancho, en el que el conductor también perdió el control de su auto en la Avenida Santa Rosa y terminó arrollando a tres hermanitos, entre los cuales una niña de seis años murió. Todo fue muy parecido (también existe video), incluso el hombre que manejaba, cuyo nombre no se ha visto en grandes titulares como el de Melissa González, aseguró lo mismo que ella, que otro vehículo lo había cerrado ¿Por qué ese caso no tuvo la misma cobertura?
Hace solo unos días una minivan se volcó en Huarochirí con 15 escolares a bordo, uno de ellos murió junto con una guía turística. El vehículo era conducido por Tony Henry Nuñez Palacios, quien en enero había protagonizado otro accidente, en el cual murieron otras dos personas, por lo cual tenía la licencia suspendida, además de una serie de papeletas por un monto que asciende a más de 2,500 soles. Este hombre se dio a la fuga y hasta el cierre de esta columna no solo no se lo había capturado, sino que, al parecer, a pocos les importaba, pues tampoco se le ha dado demasiada cobertura periodística. La pregunta sigue siendo ¿por qué?
Se me vienen más preguntas que servirían para un buen reportaje: ¿Cuántas personas están presas en nuestro país por haber provocado la muerte de alguien más en accidentes de tránsito? Yo traté de averiguarlo, pero la burocracia es lenta, así que se lo dejo de tarea a algún reportero que de verdad quiera aportar algo en este tema, haciendo un reportaje que vaya más allá del show mediático. Pero aquí les va un dato interesante: no existe registro de ningún dueño de alguna empresa de transporte involucrado penalmente en algún accidente que haya costado vidas. La soga siempre se rompe por el lado más débil (el chofer de turno), mientras que los que tienen la responsabilidad de mantener los vehículos en buen estado y elegir a conductores capaces, con una hoja limpia, simplemente pasan piola. Si tanto les interesa este tipo de noticias, háganse una pues, pero háganla bien.