Sucedió el 21 de diciembre del 2008. Aquella noche en el Museo de Osma de Barranco donde se celebraban los 90 años del doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias, con la presencia del Presidente Alan García Pérez, un mar de invitados desde filósofos, colegas del homenajeado, periodistas y personajes de todas las tiendas políticas.
En un aparte de esa reunión, en un momento dado estuvimos reunidos el RP Gustavo Gutiérrez y el general (r) Ketín Vidal. Y entre comentarios de toda índole, trayendo al recuerdo la captura de Abimael Guzmán, el tristemente “Camarada Gonzalo” de Sendero Luminoso, me atreví a preguntarle a Ketín cuál fue el real y principal motivo por el cual el presidente Alberto Fujimori no fuera informado –-enos Vladimiro Montesinos- del momento mismo en que con su gente del GEIN capturó a “Camarada Gonzalo”.
Ketín, sin que le moviera un solo músculo de la cara, me miró fijamente y me respondió: “Si le informaba en esos momentos, me hubiera dicho que lo matara. Sin mediar más palabras”.
¿Qué lo matara? le repliqué y Ketin contestó: “Así como lo escuchó”, mientras el RP Gutiérrez guardaba un absoluto silencio. Con Paco Miró Quesada Rada, con quién hablé minutos antes de escribir este comentario, me dijo lo mismo. “Ketín es mi amigo, en varias ocasiones me repitió lo mismo lo que esa noche te comentó: que le iban a ordenar que lo matara (a Abimael)”.
La historia ha sostenido que ese “olvido” voluntario de Ketín nunca le fue perdonado ni por Fujimori y menos por Montesinos. Hasta el día de hoy...
