Julio Schiappa Pietra
Author: Julio Schiappa Pietra
Sociólogo y analista político

No cortes la última palmeraLas enormes estelas de piedra de la Isla de Pascua impresionan porque miden diez metros y pesan entre 35 y 88 toneladas. Su misterio lo explica Jared Diamond en su libro “Colapso”, un catálogo de sociedades destruidas por grandes errores, que acabaron con civilizaciones como la Maya, los Vikingos y otras destruidas por una combinación de errores políticos y ambientales que las desaparecieron de la faz de la tierra.

La isla de Pascua, a 2,700 kilómetros de Chiles, es un desolado desierto. La razón: sus habitantes cortaron hasta la última palmera que cubría su territorio. Pascua es quizás el mejor caso de una sociedad que se destruyó a sí misma. Es el mejor ejemplo de lo que puede pasar con un país y sus gentes cuando se cometen errores estratégicos en temas vitales para la subsistencia de la sociedad.

Diamond señala que la autodestrucción de estas sociedades se debe a decisiones colectivas erradas. Primero, no prever el problema político o ambiental que las llevaría a su destrucción. En segundo lugar, cuando el problema se manifiesta el grupo no consigue percibirlo. Luego no consigue un acuerdo para resolverlo. Finalmente, por no poder ejecutar las soluciones cuando toma conciencia de la crisis.

En la situación actual del Perú, hay varias decisiones colectivas erradas que siguen un patrón igualmente destructivo. No prevemos que la confrontación social y política nos puede llevar al colapso.

En segundo lugar las élites son antagónicas y generan conflictos de poderes al interior del estado como entre el Congreso y el Poder Ejecutivo. La gobernabilidad es inviable si no hay relaciones de cooperación, en el Perú del 2019 gobiernan las emociones destructivas. Nadie ve los problemas como dice Diamond.

En tercer lugar hay una percepción del riesgo pero no hay las fórmulas para resolver los problemas cruciales de legitimidad de la representación y falta de unidad política del país y multitud de otros problemas nacionales. No se elaboran soluciones macro. En tierra de Caín todos quieren matar al pobre Abel para quedarse con sus ovejas. No hay interés colectivo.

Finalmente, la incapacidad de ejecutar las soluciones. Hay acciones como el Referéndum, que movilizó a toda la nación en torno a una causa de lucha contra la corrupción y reformas políticas y judiciales, alcanzando una aceptación popular sin precedentes. El Gobierno no dio talla.

Para evitar avanzar hacia una crisis mayor es necesario acordar en primer lugar una agenda concertada del Ejecutivo con el Congreso para asegurar los cambios votados el 9-12-18. Una segunda tarea es respaldar decididamente la acción de jueces y fiscales contra los corruptos.

Finalmente, hay que generar el respaldo ciudadano mediante un Segundo Referéndum. Si no queremos ser el bárbaro que se taló la última palmera en la Isla de Pascua, es hora de tomar acción. El otro camino es el colapso.

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