No es un error es un delitoNota de redacción:

El último sábado, la exalcaldesa Susana Villarán, ante su inminente prisión preventiva, admitió que recibió aportes de Odebrecht y OAS, pero los calificó de errores. Eso no es cierto, se trata de un delito como los de otros políticos. Ella, que decía representar a un sector impoluto y fiscalizador  ha traficado con las expectativas de aquellos peruanos que creían en una izquierda salvadora de los males nacionales. Susana ha desilusionado a sus seguidores como en su momento lo hicieron Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, y Pedro Pablo Kuzcynski.

Esta es la transcripción de su confesión:

 

HOY QUIERO DECIRLES UNA VERDAD

Por no comprometer a otra persona, ya que valoro la lealtad, no he salido antes a expresar lo siguiente:

1.- Siempre supe de los aportes de empresas a la campaña del NO a la Revocatoria. Tomamos la decisión José Miguel Castro y yo de procurar y aceptar los fondos de campaña.

El momento grave que vivía la ciudad hacía necesario que la campaña ciudadana que movilizó a miles de personas se fortaleciera con publicidad política de gran nivel. Por ello, se contrató a Luis Favre y su equipo.

2.- No se trató de mantener el poder de una persona elegida por el voto popular sino de darle gobernabilidad a Lima, proseguir con las reformas del transporte, las obras de Barrio Mío, de resolver definitivamente el tema de La Parada y el pleno funcionamiento del Mercado Mayorista de Santa Anita; igualmente continuar la política cultural en Lima, las grandes obras que abren espacios públicos como la Costa Verde y los Parques Zonales, las peatonalizaciones entre otras.

Por esas razones artistas de gran trayectoria como intelectuales, organizaciones sociales, distritos, alcaldes se unieron de buena fe y gratuitamente a esta campaña ciudadana. Gracias nuevamente a todos ellos.

Enfrentar el SÍ a la Revocatoria significaba impedir que la mafia política se apoderara de la Municipalidad de Lima, entrando por la puerta la falsa, para beneficiarse con el suelo urbano, con las inversiones privadas y mantener la lucrativa informalidad en la ciudad.

Cometí un grave error, permitir que empresas que tenían proyectos privados en la ciudad financiaran la campaña.

Reafirmo lo que he dicho siempre: Que no hemos recibido coimas, que no hemos hipotecado el interés público a empresas privadas y que jamás se han hecho adendas a la medida de los intereses de estas empresas a cambio del aporte económico dado.

Pido perdón a todas aquellas personas a quienes no pude decirles la verdad que estoy diciendo hoy y les agradezco su aporte invalorable a la ciudad de Lima.

Espacio Publicitario