Una alumna de provincias me escribe, tras poner "me encanta" a una foto mía, "¿cómo hace ,maestra, para que se le vea siempre feliz Y sonriente, yo recuerdo sus clases siempre alegres,  hasta el final usted alegre y sonriente; y mis colegas la recuerdan igual, ¡regrese,  profesora Charito!"..

Yo, emocionada le contesto: "Yo soy naturalmente alegre, querida....,,  es mi carácter y cuando hago lo que me gusta, lo soy más.   Y me gusta enseñar, y, sobre todo, siempre detrás de cualquier pena, está mi alegría esperando salir.  Tengo dos hijos, una nieta y tres nietos, familia, un amor y excelentes amistades. Me gusta escribir y escribo, amo la poesía y la hago. Tengo gustos sencillos,  gozo con la naturaleza, la música, los libros, mi Tami y mi Tofi, cuido mis plantitas, abrazo a mi higuera y paro de contar porque muchas cosas me gustan.

Y algo muy importante, no guardo rencores ni resentimientos, he aprendido desde joven a perdonar. La cólera se me pasa muy pronto,  pero eso sí, HABLO, DIGO LO QUE SIENTO, ESO ES ASERTIVIDAD,   si algo me molesta, lo digo,  no me quedo callada rumiando rencores, además no soy hipócrita, y como digo todo lo que siento, muchas veces molesto porque en este mundo de mentiras, falsedades, hipocresías, traiciones, e incluso calumnias, la verdad y la franqueza son peligrosas, desenmascaran maldades y lo peor, detectan envidias, incluso de gente cercana, o mejor dicho, casi siempre de gente cercana.

Un caso, una "amiga" hace algo que no me gusta, nuestro grado de amistad y confianza es inmenso, hemos sido confidentes, yo sé sus intimidades, ella sabe las mías.  Sin embargo cuando en forma totalmente fraterna la critico por algo que ha hecho, a mi parecer,  mal, me insulta y me cuelga el teléfono, es culpable y actúa así , y me entero de que está divulgando mis intimidades, que está indisponiéndome con otras personas, que además de traicionarme, me calumnia porque miente al contar lo sucedido entre nosotras.

 Le cuento esto a una amiga psicóloga y esta me dice," tú tienes  una mente sana, la otra debe estar enferma", y es cierto, y se escuda en eso para hacerse la víctima.

Por mi parte, no entro en esos juegos de chismosas, y simplemente la perdono, me cuesta, pero la perdono.  Pobre, es acomplejada, se siente fea, siempre nos comparaba, y se ponía inferior.  Y es tan hipócrita que poco antes de insultarme me decía que le había salvado la vida, que era la única que estuvo  a su lado en sus peores momentos.  Y ahora está íntima de la persona de la cual me hablaba mal.  Y ahora con ella habla mal de mí. Pobre. yo tuve otra educación,  felizmente, buen hogar, buen colegio, buenos círculos de amistades. Me da pena, La perdono, las perdono,  porque la otra tampoco es trigo limpio. Pero cierro los ojos, me concentro y las perdono.

Y yo sigo siendo la misma, alegre y feliz, todo me va bien, amo profundamente, mi trabajo es reconocido, yo soy reconocida,  me siento rodeada de cariño. Y por último, me miro al espejo y me gusto, con mi pelo canoso, y mi cara de mujer mayor. Esta soy yo, y esta sabe perdonar, y perdona, el karma existe, ya se encargará de las envidiosas, mentirosas y calumniadoras. No les deseo mal, pero si actúas mal, el mal te regresa. Y si actúas bien, pasa lo mismo., el bien te regresa.

Y así es como soy feliz y sonriente siempre.  Un abrazo,  mi querida, alumnita.