Tras la derrota de River Plate, fue un deleite ver el programa 90 minutos de Fox Sports. Su conductor Sebastián Vignolo sostiene que es periodista pero, en realidad, es un (involuntario) humorista. A lo largo de dos horas, insistió en que era inexplicable el triunfo del Flamengo porque “River fue superior y es mucho más equipo”. Trabaja en televisión pero al parecer no ve las imágenes. River hizo un gol circunstancial y luego buscó controlar el partido. Aguantó 70 minutos pero los partidos se ganan con goles y no “con el control del encuentro”. En ese sentido, River se parece a Perú no solo en la camiseta sino en la falta de definición.
Es curiosa esa costumbre argentina de considerar que la realidad es la que ellos inventan y no la que realmente ocurre. No se dan cuenta, por ejemplo, que el entrenador Marcelo Gallardo —al que ciertos periodistas argentinos, con una enorme falta de respeto, consideran un genio de la estatura de Pep Guardiola— tiene apenas ocho años de carrera y en Sudamérica. Es entendible que en la final jugada en el hermoso estadio Monumental de Universitario de Deportes, se haya equivocado gruesamente no solo con los cambios que realizó sino también con el gran error de no sumar marca a su mediocampo para defender su mínimo gol. Por ahora es un magnífico entrenador sudamericano pero no es miembro de la élite a la cual quieren encumbrarlo.
Otra de las explicaciones para la derrota de River es que buscaron ser campeones de la Copa Libertadores haciendo jugar a un grandote torpe como Lucas Prato que, a sus 31 años de edad, ha jugado 491 partidos y anotado apenas 153 goles, es decir, un promedio de 0,32 por partido. Y un dato más: en el 2019 ha jugado 19 partidos sin haber logrado anotar un gol.
En cambio, Flamengo, que sí tiene los pies en la tierra y sabe qué jugadores pone en una final, tiene como centro delantero a Gabriel Barbosa Almeida, Gabigol, de apenas 23 años y que exhibe 600 goles en las divisiones inferiores del Santos de Brasil, un debut en primera división a los 16 años, campeón de los Juegos Olímpicos con un Brasil que tuvo esta delantera: Neymar, Gabriel Jesús y Gabigol. No es casualidad que, en esta Copa Libertadores, Gabriel Barbosa se haya consagrado como el goleador con 9 tantos y que en el torneo brasileño ya lleve 40 en 54 partidos.
Tiene también una biografía chispeante. Creció en una favela en medio de balaceras, su pareja es Rafaella, la hermana de Neymar, y lo acompaña una personalidad complicada: en el 2019 ha coleccionado 19 tarjetas amarillas y 2 rojas.
River quiso ser campeón con estos modestos delanteros: Matías Suárez, Santos Borré, Lucas Pratto y aunque Sebastián Vignolo insista en que es inexplicable que River haya perdido el título, convengamos en que el conductor de Fox Sports es un humorista.
