Eloy Jáuregui
Author: Eloy Jáuregui
Periodista, poeta y docente universitario.

Sobre la eternidadTulio Mora había llegado puntual con su camisa celeste aquella tarde del verano del 2018. Y a unos metros de la puerta del Colegio de Periodista del Perú, nos saludamos con un abrazo de poetas. Enrique Sánchez Hernani apuró los pasos y ya en el segundo piso nos dio alcance Charo Arroyo. Estábamos entusiasmados. Esa vez íbamos a juramentar los cargos. El CPP nos había designados para integrar la Comisión de Cultura. Y ahí está la foto, con Charo Arroyo, con Enrique, conmigo y ese Tulio sonriente.

Pero luego todo sería distinto. Cinco días luego de esa reunión me llamó el poeta Jorge Pimentel. Que Tulio se había puesto mal. Que lo iban a internar en el hospital. Y desde esa fecha comenzó aquel calvario de la enfermedad, un cáncer a los pulmones. Y a punto de cumplir 71 años Tulio Mora se encontró con la peor metáfora que pueda hallar un poeta: saber que se estaba muriendo y se hizo de más sabiduría.

Y hace un par de semanas, como quien ya sabía que el aire lo iba a castigar con su ausencia, conversamos cerca de una hora y al final todo fue recomendaciones y encargos. Porque Tulio Mora era un ser humano distinto. Lleno de bondad como nadie, viviendo en poesía como él solo. Y así la muerte no los quitó la madrugada de ese domingo 27 de enero del 2019 y cerramos su ataúd como el más bello poema con un remate exacto y como a él le gustaba.

Para Tulio Mora la poesía fue una necesidad humanitaria en un mudo de canallas. Nuestra historia ignominiosa, las derechas cavernarias, las dictaduras degradantes, ese Perú de barbaries. Por ello, desde que en 1972 vivimos en poesía y con nuestros hermanos del movimiento Hora Zero, construimos un discurso estético y particular como un gran canto nacional donde ensamblamos la literatura popular y la clásica, las músicas todas, los aullidos complejos y los alaridos telúricos más intensos. Y eso hicimos en Hora Zero, nuestro colectivo que luchó en varios frentes para conquistar un espacio que antes, ni los creadores ni los artistas, lo podían vivir.

Como periodista hizo investigaciones muy documentadas sobre emblemáticos casos de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno que asoló a Perú entre 1980 y 2000. Como periodista también fuimos compañeros de escritorio en el Diario de Marka, en la revista Si, en Página Libre, en La República y otros medios comprometidos con los causas populares.

Tulio Mora había nacido en Huancayo (15 de febrero de 1947) y estudió Literatura en San Marcos. Desde esa vez fue parte de aquella vanguardia poética surgida en los setentas. Fue activo gestor en la revista Estación Reunida donde publicó sus primeros poemas y ya desde 1971 comenzó a simpatizar con la predica de Hora Zero y su propuesta del “poema integral”. Luego ejerció tareas sociales en sectores populares, estuvo en la selva y fue periodista en diarios y revistas de orientación de izquierda. En 1977, luego de trabajar en Buenos Aires y Ciudad de México, y ya de regreso a Lima, publicó “Mitologías” un libro de poemas que trataba de los lenguajes mítico fantásticos de la Amazonía.

Ya de esa época es un estilo de vida comunitaria. Tulio Mora que fue guionista del grupo de cineastas Liberación sin rodeos, nos invitó a los de Hora Zero vivir en una casa preciosa en la calle Torres Paz en Santa Beatriz. Desde esos días es cuando recitábamos los poemas imaginistas de William Carlos Williams, los versos de Charles Olson y de Robert Frost. De esas horas es que éramos como hermanos, en el momento en que reforzamos ese tercer tiempo de Hora Zero. Ya desde esa vez había emprendido el proyecto del libro interminable, su obra mayor “Cementerio general” que fue ese registro de los muertos nacionales y que se hizo como un canto general, allí donde sus sílabas austeras aludían al aullido trágico y ventral de nuestro país. Allí él consolidó su poesía.

Con “Cementerio general –que hace un mes se presentó en Barcelona en una edición aumentada-• la poesía de Tulio Mora toma un desarrollo lírico de las grandes óperas épicas de la historia. Españoles, criollos, negros y, sobre todo, mestizos son los que conforman tamaño coro. Son poemas a personajes tan particulares que le dan autoridad a seres como Curi Ocllo, Henry Meiggs o Lucha Reyes. Es pues el otro relato, una historia del Perú contada por esos protagonistas fuera del reparto, cuyas versiones difieren enormemente del relato oficial.  

Y hace unos meses presentamos en la FIL 2018 sus dos trabajos últimos, su libro de poemas “Oncecielos” y la antología póstuma que Tulio Mora preparó sobre la obra del poeta Manuel Morales “Trapos líricos”. Esa vez él ya tenía que utilizar oxígeno y ya nosotros lo cuidábamos hasta de su sombra. De ese libro la sorpresa, un poema teatral bien en su estilo. Como en su estilo fue toda su obra de más de una veintena de libros de poesía y tres grandes estudiosos sobre los casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno que asoló a Perú entre 1980 y 2000. Y ese fue Tulio Mora, mi hermano mayor. Y no saben cuánto lo extraño.

Espacio Publicitario