José Luis Vargas Sifuentes

El 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o Día Internacional de la No Violencia de Género, e instituyó el ‘Día Naranja’, como color símbolo de un futuro mejor y un mundo libre de violencia contra mujeres y niñas.

La fecha fue establecida en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en 1981 en Bogotá, Colombia, para conmemorar el día en fueron encontrados los cuerpos de tres hermanas, activistas políticas de la República Dominicana, brutalmente asesinadas por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

¿Quiénes eran estas valientes y sacrificadas mujeres?

Minerva (34), Patria (36) y María Teresa (25) Mirabal Reyes habían nacido en la provincia dominicana de Salcedo, lugar que hoy lleva su apellido, en honor a su lucha de resistencia contra el régimen de Trujillo, que terminó con su asesinato el 25 de noviembre de 1960.

Las hermanas integraban un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua, del municipio dominicano de Salcedo, y eran hijas de un exitoso empresario que perdió casi toda su fortuna con la llegada de Trujillo al poder.

Estudiaron como internas en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias Franciscanas de Jesús y María, donde, Minerva y María Teresa destacaron por su inteligencia e interés por el estudio, y creían que Trujillo llevaría al país al caos.

Por ello entraron a formar parte de un grupo de oposición al régimen, conocido como la agrupación política ’14 de Junio’, donde eran conocidas como Las Mariposas, nombre con que Minerva se identificaba en sus relaciones políticas.

Patria, la mayor, no tenía el mismo nivel de actividad política que sus otras hermanas, pero las apoyaba y prestaba su casa para guardar armamentos y herramientas de los insurgentes.

Una cuarta hermana, Bélgica Adela ‘Dedé’ Mirabal, no tuvo un papel activo en las actividades contra el dictador, pero continuó con el legado de su familia.

En un inicio, Minerva y María Teresa fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones en la cárcel La Victoria, y sus esposos torturados cruelmente. A pesar de eso, continuaron en su lucha por terminar con la dictadura. Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió acabar definitivamente con ellas.

El 18 de mayo de 1960 las dos hermanas y sus esposos fueron juzgados en Santo Domingo por atentar contra la seguridad del Estado dominicano. Se los declaró culpables y fueron condenados a tres años de prisión. Pero, en un gesto extraño, el 9 de agosto, por disposición expresa del dictador, Minerva y María Teresa fueron puestas en libertad. Las intenciones del dictador eran otras, y de su cumplimiento se encargaría el Servicio de Inteligencia Militar (SIM).

El 25 de noviembre María Teresa y Minerva, acompañadas de Patria, tras visitar a sus esposos en la cárcel de Salcedo, retornaban a sus hogares cuando fueron interceptadas por la policía secreta y conducidas a una casa, donde fueron primero ahorcadas, luego golpeadas brutalmente y después arrojadas a un barranco para simular su muerte como un accidente automovilístico. Con ellas murió Rufino de la Cruz, chofer que las conducía.

El impacto no se hizo esperar: eran líderes, madres, mujeres con voz, que acentuaron la indignación contra la violencia del trujillismo. El crimen conmovió a la nación, cansada de tres décadas de violencia, y provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esa reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y culminaría con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.

Con el tiempo, las Mirabal se transformarían en íconos del feminismo y símbolo femenino de la República Dominicana, donde además de la provincia que lleva su nombre, tienen un lugar que mantiene viva su lucha por la libertad.

‘Las Mariposas’ están enterradas en Ojo de Agua, en las afueras de Salcedo, hoy provincia Hermanas Mirabal, de la República Dominicana, convertido en un museo en su honor que conserva sus recuerdos.

Este año el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer tendrá por lema ‘Pinta el mundo de naranja’ y la etiqueta #EscúchameTambién, y debe ser una oportunidad para sumarnos a la conmemoración, llevando puesto ese día alguna prenda color naranja para mostrar solidaridad con la campaña, y gritar: ¡Basta ya de violencia contra las mujeres!

JOSÉ LUIS VARGAS SIFUENTES

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