Interponen denuncia constitucional contra presidente del consejo de ministros, Aníbal Torres Vásquez
Interponen denuncia constitucional contra presidente del
Consejo de Ministros, Aníbal Torres Vásquez
Interponen denuncia constitucional contra presidente del
Consejo de Ministros, Aníbal Torres Vásquez
EL CIRCO BENJI
Salió del escenario Benji Espinoza por unas horas, como el payaso que necesita una pausa. Está haciendo trizas un oficio antiquísimo: el oficio del bufón. Dice ser el abogado presidencial cuando, en realidad, es el bufón de Palacio.
Recordemos que el bufón es un personaje que en la Edad Media alcanzó esplendor porque los reyes y los poderosos tenían por lo menos uno a la mano. Eran hombres o mujeres y también enanos o adultos deformes con habilidades cómicas y vestimentas coloridas que actuaban en las celebraciones y en los banquetes. Pero no eran saltimbanquis cualquiera, tenían un rol a partir de un privilegio: usando el humor estaban autorizados a lanzar ironías o puyas a las autoridades para que el rey se diera cuenta de los problemas que podían afectar a los súbditos. Por eso solían pasar por tontos pero no lo eran.
Como puede verse el bufón era un payaso con inteligencia. Pero Benji Espinoza está desprestigiando el rol del bufón por un equívoco: usa el disfraz de abogado. El muchacho ha hecho malabares verbales —Camotillo, el tinterillo— para justificar que el ladrón no es ladrón cuando ejerce como Presidente; sostiene suelto de huesos que “el silencio no es indicio de culpabilidad” aunque se oculten miles de dólares en un baño palaciego o millones de soles en un municipio de la hija presidencial; argumenta también que es perfectamente posible que los ascensos militares se definan pagando coimas.
Su penúltima obra cumbre bufonesca ocurrió cuando Pedro Castillo lo desairó yendo a la fiscalía horas después de que Benji había dicho: “El señor presidente de ninguna manera irá a la cita con la Fiscal de la Nación”. Entonces, el muchacho, graciosón él, apeló a Tzun Tzu y el famoso libro “El arte de la guerra” —texto que pocos leen pero todos citan— y dijo en tono académico, como quien hace la parodia de un catedrático serio: “Nosotros entendemos como Tzun Tzu que la principal estrategia es el arte del engaño; mírate grande cuando eres pequeño, pequeño cuando eres grande; lejos cuando estás cerca; cerca cuando estás lejos, de esto se trata” y, tras decir tal jerigonza, añadió, aplastando a la lógica, que se se trataba de una “estrategia procesal que, dentro de los cánones de la legalidad, ha cumplido su objetivo”. Se cree que es abogado —le dicen doctor en las entrevistas— pero el propio Benji es involuntariamente honesto: confiesa entrelíneas que es apenas un (mal) bufón porque ningún abogado diría que ejerce el engaño dentro de la legalidad. ¿Alguien conoce el Código Procesal del engaño?
Esta tarde renunció y tuvo un ataque de abstinencia de cámaras y micrófonos y retornó tras una renuncia de breves horas. Antes había dicho, burlón: “Revisaron hasta la piscina porque pensaron que Yenifer buceaba” pero Yenifer solo sabe nadar en la corrupción y terminó entregándose a la autoridad porque las evidencias ya no se pueden tapar con los forzados y cínicos discursos de Benji Espinoza, el bufón de Palacio.
En su breve y circense renuncia dejó una frase inolvidable al responder un tuit del periodista Beto Ortiz: “Un abogado es juzgado por cómo defiende, no por quién defiende”.
En parte, solo en parte, es cierto. Shakespeare ya lo dijo hace mucho: “El abogado, lo mismo hace de moro que de cristiano” pero eso no significa que si el cliente roba, el abogado deba robar. Allí se le mezclaron los chistes a Benji. Si Castillo miente con impunidad e insolencia, tal conducta no autoriza a que su abogado se sienta orgulloso de ejercer la estrategia del engaño, de la mentira y de la obstrucción de la justicia.
En política, bufones hemos tenido antes. Varios en el gobierno de Toledo: el folclórico escudero Pacheco, el indecente traductor Ferrero y el juerguero guitarrista Galleta. Con Castillo —que no en vano empezó en política en el partido de Toledo— llegó Benji Espinoza. Tiene tanta vocación que se fue y volvió para seguir con su rol de bufón.
Más allá de la tragicomedia, cabe decir que cuando alguien tiene discrepancias con su abogado y no encuentra con quien reemplazarlo y lo vuelve a recibir, significa que el agua está ingresando al barco. Que nadie olvide que cuando ocurra el hundimiento, será mérito exclusivo de la fiscal Marita Barreto con su pequeño grupo de fiscales y el equipo de honestos y valientes policías que encabeza el coronel Harvey Colchado. En los días siguientes habremos de ver que sólo un delincuente inepto puede hablar de “show mediático”.
JUNÍN: BATALLA DE CABALLERÍAS
Junín fue una batalla muy especial, que muchas veces está mal representada (en cuadros) o mal narrada, en textos relevantes, cuando se menciona la participación de diferentes oficiales (tal como en sus biografías también se indica) que eran infantería y que, evidentemente, no participaron.
En Junín, se enfrentaron nueve escuadrones de caballería patriota, que reunían 1,000 hombres, aproximadamente, contra ocho escuadrones realistas, que reunieron 1,300 hombres. La intervención de los Húsares del Perú fue fundamental, y ello también se refleja en el hecho que casi el 50% de las bajas, fueron peruanas.
Quienes tuvieron la ventaja posicional y estratégica fueron los realistas que no dejaron que los patriotas ocuparan sus puestos de combate y lanzaron sus cargas. Encontraron, eso sí, la estrategia colombiana de esperarlos con las lanzas apuntándoles, sin mover a sus caballos, lo que inmediatamente bajaba la intensidad de la carga.
Los realistas, a pesar de todo, con el ímpetu de combate y conocido carácter guerrero del Ejército Español, hicieron retroceder a las fuerzas de caballería patriota, tanto así que Bolívar decidió la retirada y que se trate de salvar a la caballería que se pudiera. Varios siguieron esa orden, salvo José Andrés Rázuri.
Rázuri, vio que los realistas tenían un flanco y la espalda expuestas por haber hecho retroceder y haber sobrepasado a los patriotas. Imaginó hacerles un daño capaz de voltear la suerte de la batalla. Y no viéndose huyendo, tomó el riesgo de cambiar la orden y enfrentar un pelotón de fusilamiento. Aquella carga gloriosa que siguió, cambio el destino de América.
Destacaron en la batalla el inglés, William Miller, jefe de la caballería peruana y el alemán Otto Philip Braun, comandante de los Granaderos de Colombia, quienes había peleado contra Napoleón en Europa; pero, estuvieron en Junín, del mismo lado que el francés Alexis Bruix, jefe de los Granaderos de los Andes y el alemán Carlos Sowersby, segundo jefe de los Húsares del Perú, que en Europa pelearon en el ejército de Napoleón.
El argentino, Mariano Necochea, general en jefe de toda la caballería patriota, atacó encabezando a sus hombres. Las siete heridas que recibió le impidieron estar en Ayacucho. Sowersby a los días murió por la herida ganada en la carga que hizo. Ese día pelearon soldados de toda América del Sur: colombianos, venezolanos y argentinos. Los chilenos, pelearon ese junto a los peruanos, conformando los Húsares del Perú.
Después de Junín, el ánimo patriota se hizo optimista y fuerte, ante la luz de la victoria sobre la caballería realista, y generó desánimo en los vencidos, porque la sorpresa táctica fue avasallada, ante el desorden originado por la presunta victoria. Los Húsares del Perú, desde ese día Húsares de Junín, hicieron la diferencia y hoy lo recordamos con agradecimiento y fervor patriótico a través del Obelisco de Chacamarca.
¡ME INDIGNAN!
Me indignan esos que juran que se mueren de pena por la muerte de Diego Bertie, pero, acto seguido, pasan a hablar de su relación con el tipo que lo expuso y persiguió con saña durante décadas. ¿Qué clase de homenaje es ese?
Diego Bertie fue mucho más que un vínculo fugaz que él mismo minimizó. Fue un buen actor (de cine y televisión) que llegó a tener éxito en toda América Latina y que, luego, fue madurando hasta acometer papeles complejos en el teatro con gran solvencia. Fue un buen cantante que estaba retomando esa faceta con bastante éxito. Pero, sobre todo, fue una gran persona, como lo atestiguan sus compañeros del mundo del arte.
Por todo eso, su partida es una auténtica pérdida.
Adiós, Diego
NUEVO GABINETE: DE MAL EN PEOR
Pedro Castillo acaba de convocar a su quinto gabinete de confrontación, al que él denomina “de concertación”. Este promete ser el más confrontador de todos, puesto que no sólo está encabezado por el desorbitado confrontador de siempre, Aníbal Torres, sino que éste viene acompañado de más cabezas calientes mediáticas.
La apuesta de Castillo es contar con un equipo de voceros que actúen como muletillas a la desgastada voz de Aníbal Torres y a la mudez de Castillo, para bajarle decibeles a las evidencias que siguen nutriendo las primeras planas y que involucran al presidente Castillo como cabecilla de una organización criminal.
El reforzamiento de su poder mediático ha envalentonado a Castillo, al punto de amenazar al congreso: “Tiendo la mano a las fuerzas políticas por última vez, antes de verme obligado a convocar una cruzada nacional para defender la democracia (léase, “cerrar el Congreso). La “democracia burguesa” que ahora dice defender, es el mejor pretexto para tratar de imponer la impunidad y luego na dictadura mafiosa.
Cabe resaltar a un puñado de ellas, empezando por (1) Kurt Burneo en el MEF, controvertido ex Juntos por el Perú traspasado al equipo del prófugo Alejandro Toledo en el que se desempeñó como viceministro de hacienda y presidente del Banco de la Nación, quien reemplaza a Oscar Grahan, de perfil más técnico[1]; (2) Betssy Chávez en la cartera de cultura, íntima y espadachina matadora cuando se trata de defender a su “causa”, como lo demostró en su paso accidentado por la cartera de trabajo; (3) Geiner Alvarado López, otro íntimo de Castillo y opaco ex funcionario municipal que hasta aquí estuvo encargado de cubrir las irregularidades del gobierno en el sector Vivienda y Construcción y que ahora pasa a cubrir las del sector Transportes, objeto de los reflectores de la Fiscalía de la Nación; (4) Alejandro Salas, militante de Somos Perú que ocupó la cartera de cultura, aunque en la práctica su rol se ciñó al de un escudero mediático de Castillo; y (5) Miguel Angel Rodríguez, abogado internacionalista muy mediático, quien asume como canciller y últimamente se había sumado al gobierno como jefe de asesores efímero en el MIDAGRI, rompiendo una larga trayectoria de defensa de causas identificadas con posiciones de ultra derecha y como ferviente opositor al régimen de Castillo y a la legitimidad de su elección.
Sigue predominando la presencia de ministros vagamente de izquierda, a imagen y semejanza de Castillo, capaces de oscilar pragmáticamente entre el radicalismo comunista hasta el populismo más rampante, con el único objetivo de mantenerse en el poder hasta 2026 y sacar adelante su asamblea constituyente. La incrustación de voces de ultraderecha sirve para “confundir al enemigo” y tratar de calmar las expectativas económicas negativas dominantes.
En buena cuenta, se trata de un gabinete sin brújula de equipo ni liderazgo. Un gabinete que no permite manejar consistentemente políticas de Estado, y que puede extremar el accionar caótico de los gabinetes precedentes, con decisiones tomadas en compartimentos estancos, privilegiando el uso proselitista y clientelista de los recursos del Estado. ¡Tremendo sancochado que opacaría al mismísimo Gastón Acurio!
[1] “El presidente del Banco de la Nación (BN), Kurt Burneo, rechazó la pretensión de la SBS de ampliar la supervisión hacia esa entidad financiera. En tal sentido, emplazó al titular de la SBS, Juan José Marthans, y a los congresistas que impulsaron ese proyecto”. Peru.com: 26/05/2006. Burneo tildó a Marthans públicamente de “ese pobre hombre”. Calificativos similares usó contra otras personalidades y contra los medios que investigaban irregularidades en contrataciones y compras de publicidad del BN durante la campaña electoral, lo que estaba prohibido por ley. Un caso sonado fue el del arbitraje que le ganó al BN el consorcio SLMSoft y NCR, que había sido ganador de la licitación pública internacional “Sistema Integrado de Procesamiento de Tarjetas Afiliadas a la Franquicia Internacional VISA” y que el BN desconoció de manera ilegal, haciendo que los técnicos del banco desarrollaran su propio software y a través de VISA obtener una “licencia temporal” para llevar adelante su propio proyecto, generándole un doble gasto al Estado innecesariamente.