Lamento como ciudadano, ser humano y periodista la trágica desaparición del expresidente ALAN GARCÍA PÉREZ.
Probablemente soy el único periodista que lo entrevistó 83 veces en plena actividad política, en la clandestinidad, en el Poder, en su domicilio, en sets de televisión y radio, en el exilio, para tratar temas políticos nacionales e internacionales.
Nuestro frecuente diálogo no nos hizo amigos porque en mi opinión, el periodista no debe cultivar amistad con quién en su momento tendrá que cuestionar.
En próximos artículos revelaré hechos inéditos sobre las reales preocupaciones e intereses del expresidente, por ahora reflexionaré sobre la fatal decisión, equivocada por cierto, de poner abrupto final a una vida polÍtica.
García no soportó, al parecer, la presión mediática de ponerlo entre los personajes más corruptos en la historia política del Perú, de sindicarlo como cabecilla de una organización criminal.
¿Tenía García Pérez alguna responsabilidad en actos de corrupción? Nadie aún puede confirmarlo, pero la acusación está directamente sobre él. Y solo él podía haber despejado y limpiado su honor y dignidad en un proceso judicial.
Hoy, permanece la duda y la única forma de librar su historia personal de esa ignominia es continuar hasta el final con las investigaciones. Incluso, para los despistados dirigentes como Jorge del Castillo y Mauricio Mulder les interesa que no les digan que son sucesores de un CORRUPTO.
Además, al propio hijo menor de García, a quien ya le plantaron el título de sucesor de García, no le será grato cargar sobre sus hombros una triste y vergonzosa historia política de su progenitor.
Apristas no actúen irracionalmente. ALAN GARCÍA NO ES UN HÉROE. Porque los legados históricos de miles de dirigentes y mártires del APRA no se pueden mancillar tan ligeramente.
Un verdadero Líder y Luchador Social nunca muere por sus propias manos....muere defendiendo principios y su Honor en el campo de batalla de las ideas y no en el oscuro mundo de los suicidas: el limbo.
Honor y gloria a los auténticos apristas que aparecen en este artículo.
LEYENDA
Haya de la Torre, Ramiro Prialé, Armando Villanueva sufrieron persecución, cárcel y destierro. Prialé estuvo preso trece años; Villanueva fue deportado y encarcelado varias veces, la primera a los 19 años.
