EL DERECHO A DUDAR
Ya nadie discute la estrategia general adoptada para la contención del coronavirus. Aunque con mucha tardanza inicial, el gobierno de Vizcarra está desplegando el manual de la OMS; pero en el plano operativo los resultados son muy dudosos:
Así, resulta sospechoso que a mitad de la cuarentena Perú Compras denuncie que el Minsa no ha comprado las 500 mil pruebas moleculares que se necesitan para detectar el Covid-19; en cambio sí ha adquirido miles de kits de test rápidos inútiles porque solo pueden arrojar falsos negativos.
Aquí hay gato encerrado: se evidencia la incapacidad dolosa del ministro de Salud, pero emerge también una responsabilidad criminal que tras individualizarse debiera considerarse traición a la patria.
Por lo anterior tenemos derecho a dudar de las estadísticas que se nos han venido informando, pues según sostiene el biólogo Ernesto Bustamante, “30% de infectados son asintomáticos, 55% de infectados tienen síntomas leves y todos contagian por 2 a 3 semanas (…) Por ello es crucial el diagnóstico laboratorial temprano”. Obviamente solo con un diagnóstico amplio y real las cifras podrán ser transparentes, caso contrario vivimos en medio de una gran mentira que inclusive oficialmente nutre los registros mundiales.
Otro problema es el robo que se estaría produciendo: el periodista ecuatoriano Patricio Mery Bell de pnoramanews.com dice “investigo este caso de sobreprecios en Perú. Hemos descubierto hasta 30% de sobreprecios en la compra de mascarillas y test de rápida respuesta para el #COVID19”. ¡De inmediato debe identificarse y sancionar como traidores a los responsables de este crimen!
Adicionalmente ¿si ya desde diciembre pasado la OMS y China advirtieron sobre la pandemia, por qué no se tomaron las previsiones oportunas? Hoy no hay mascarillas, respiradores mecánicos y demás implementos esenciales para atender a los infectados; sin embargo, el país vendió 30 millones de mascarillas en el primer trimestre del año. ¿Inteligencia no detectó ese tráfico? El Gobierno gastó apenas 41.2% del presupuesto de Salud el 2019 incumpliendo las metas sanitarias y dotándose de una millonaria reserva técnica; pero ahora, en medio de múltiples indicios de corrupción se anuncia la inversión de 12 puntos del PBI en la lucha contra el coronavirus. El incremento es inevitable, ¿mas no es acaso justo preguntar “quién se la lleva” en esta emergencia? Hay que investigar al Ejecutivo; la responsabilidad no recae en los médicos que hoy se juegan la vida, sino en quienes son objeto de una sobonería mediática intragable.