Efraín Gómez Pereira
Author: Efraín Gómez Pereira
Periodista agrario

La papa nuestraPerú es cuna de 3600 variedades de papa, de las 5000 existentes en el mundo. Destacan de estas, las nativas que se producen por encima de los 4000 msnm. Nuestro país es la capital mundial de la papa, orgullo que, sin embargo, no nos coloca en los mismos niveles en producción y productividad.

El rendimiento promedio por hectárea de papa en Perú es de 14 toneladas. El promedio mundial es 26 toneladas. En Colombia, 20; Brasil, 27; Chile, 21; Ecuador, 18. En Francia, Alemania y Estados Unidos, el promedio es de 45 toneladas. En Países Bajos, 60.

Es un cultivo de alta importancia económica, social y cultural. Se produce en 19 regiones, 320 mil hectáreas e involucra a 700 mil familias. Es generadora de mano de obra permanente, 110 mil puestos. El consumo per cápita de papa en Perú es de 89 kilos.

La generosa diversidad geográfica del país, permite que variedades de papa comercial también se produzcan en la costa, con elevados rendimientos. Ica en primer lugar con 35 toneladas por hectárea, Arequipa, 32 y Lima 28. En la sierra, región papera, los promedios son bajos como Huánuco, 20; Apurímac 18 y Huancavelica 10 toneladas. Realidad que obedece a clima, tecnología e inversión.

Casi la mitad de la papa que se produce en el Perú proviene de la sierra sur, Puno, Apurímac, Cusco, Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna. El 25% de la sierra centro, Huánuco, Junín, Huancavelica y Pasco; el 20%, de la sierra norte La Libertad, Cajamarca, Ancash, Amazonas, Piura y Lambayeque; y, el resto de la costa centro, Lima e Ica.

En papa y arroz, los peruanos somos autosuficientes, realidad que, sin embargo, no evita que también seamos importadores de estos productos, por la ausencia de una política proteccionista, que fue franqueada por los tratados de libre comercio vigentes.

Importamos muy poco –porque no la necesitamos-, preparada, almidón y snack, aunque esto genere conflictos entre los paperos; y exportamos casi nada –papa amarilla congelada, fresca refrigerada y snack- porque no hemos avanzado en los procesos de transformación e industrialización.

Hace un año, se anunció con combos y platillos, la exportación de papa ‘Canchan’ de Andahuaylas a Brasil. No se sabe más. La exportación de papas precocidas y congeladas se destinan exclusivamente para migrantes y a restaurantes peruanos ubicados en otros países, en especial Estados Unidos, casi el 80%.

Papa deshidratada, chuño, tunta o moraya, se exporta a Bolivia; y a otros países y de manera aún débil, casi clandestina, hojuelas de papas nativas de color en snacks y papas nativas.

El mercado externo requiere estándares de productos, almacenes para garantizar los stocks que satisfaga la demanda, superar barreras sanitarias, promover tecnología y calidad en todo el proceso de producción, tarea de la que obviamente, no debe estar exenta el estado; es más, es su responsabilidad.

Se nota una evidente ausencia del Estado en el fomento del consumo de papa. Solo es tomado en cuenta cuando hay problemas en la producción o en el mercado; o cuando se generan conflictos sociales o paros paperos, que se “solucionan” con alicientes momentáneos, como la compra directa de algunos lotes a pocos productores, lo que patentiza la ausencia irresponsable de una política estatal de apoyo a uno de los principales productos de nuestra canasta alimentaria, como la tienen los productos de agroexportación, por ejemplo.

En el mercado interno, la papa o los productores de papa, son maltratados. La cadena de comercialización es abiertamente perjudicial para los productores, sobre todo los pequeños e individuales. El kilo de papa que se paga a 40 céntimos en chacra, se vende a 3 o 4 soles en los mercados. Distorsión total por falta de control y supervisión. Resultado del libre mercado.

La sobreproducción de papa que genera la baja de precios en perjuicio de los productores, es causada por la falta de planificación, de la mentada y nunca bien aplicada política de “plan de cultivos y siembras” que en libros, pantallas y estadísticas hace el ministerio del sector.

Desde el sector privado, hay esfuerzos aislados que hacen visible al productor papero, a las papas nativas, a través de la Alianza Cocinero-Campesino, gestada entre Apega y Conveagro, de la que sin embargo poco se aprovecha.

La papa es base de la seguridad alimentaria. El Perú custodia variedades únicas, tiene un enorme banco de germoplasma. Nuestros productores altoandinos son los guardianes de la diversidad de papas nativas. Nuestra papa merece más que un día especial dedicado a su promoción.

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