Author: Víctor Paredes

Una carta imaginada

Nuestro comentario anterior se centraba en nuestras observaciones a la parte médico-sanitaria realizadas por los responsables de la campaña. Habíamos dicho que en esta campaña contra el Coronavirus SÓLO se estaba ejecutando la parte propiamente médico-sanitaria (más específicamente, la Clínica), y que la parte social-comunitaria, estaba totalmente ignorada. No vamos a insistir en dicho manejo clínico (aunque tenemos muchas observaciones), pues esa responsabilidad corresponde única y exclusivamente a quienes dirigen la campaña, ya sea en la deficiencia en la utilización de la infraestructura hospitalaria, la falta de previsión y coordinación entre los diversos agentes sanitarios institucionales (ESSALUD, Sanidad de las FFAA y PNP, Sector privado), en los retrasos de la disponibilidad de las pruebas tanto rápidas como las moleculares, en la no utilización de Brigadas para las tomas de muestras etc., etc. 

Lo que sí debemos señalar es que nos preocupa la evidente falta de una plataforma digital de primer nivel de operatividad que permita un sistema de vigilancia con eficiente manejo de la Data de todos los pacientes (Muestreados, Infectados, hospitalizados, de Alta y fallecidos). Que no sólo procese sistemas simples que reúnen los datos de una única fuente, sino hasta de sistemas que reciben los datos de muchas fuentes en múltiples formatos y encuestas complejas. 

Este sistema de vigilancia, lo suficientemente flexible, para poder capturar y procesar la Data, al instante, SÍ EXISTE. Es la Plataforma digital “IDI TAWA”, Historia Clínica Electrónica Portable-Registro Personal de Salud. Muy superior a todas las existentes, incluida la Historia Clínica Electrónica eQali que el MINSA viene desarrollando en convenio con RENIEC, y del Sistema integrado de Servicios de Salud (SGSS) que ESSALUD, hace tiempo quiere implementar y aún no lo logra. La Historia Clínica Electrónica Portable IDI TAWA, apoya el concepto de Servicio Digital en el contexto del ejercicio de Ciudadanía Digital, por la que también cada ciudadano, de acuerdo a la Ley N⁰30024 “Ley del Registro Nacional Historias Clínicas Electrónicas” y el Dec. Leg. 1412 “Ley de Gobierno Digital”, dispone de un espacio en la Nube de su absoluto control, en donde tiene las condiciones tecnológicas para recibir sus registros médicos y se cumpla con la Ley N◦ 26842 “Ley General de Salud”, que indica que cada Paciente es propietario de su información, siendo las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud los terceros responsables de su custodia. Es una herramienta que cumple con todos los estándares internacionales, incluida las exigidas por la GDPR (General Data Protection Regulation). 

Señor presidente Vizcarra, Ud. conoce de esta Plataforma digital. Su entorno, de la Dirección General de Gobierno Interior (DGIN); funcionarios del PIDE (Plataforma de Interoperabilidad del Estado); de la Oficina General de Tecnologías de la Información del Ministerio de Salud; de la Oficina General de Tecnologías de la Información del Instituto Nacional de Salud (INS); de la Gerencia de Tecnologías de la Información de RENIEC, lo saben. Sólo es cuestión de que Ud. ordene su uso inmediato. Con seguridad, no debe tener la mínima duda de su eficacia.

Por otro lado, respecto a su anuncio de que, pasada esta crisis pandémica, se hace imperativo cambiar el Sistema Nacional de Salud, de manera que integre a todos los organismos e instituciones que directa o indirectamente brinden servicios de salud (Minsa, Essalud, PNP, FFAA, Clínicas privadas, etc.) permítame recordarle que el 20 de agosto de 1992, se emitió el DS 002-92-ROF-MINSA, creando las ZONADIS (Zonas de Desarrollo Integral de la Salud); y el 15 de marzo de 1993, se emitió la RM N⁰0123-A-93-SA/DM autorizando la publicación del fascículo: “Zonas de Desarrollo Integral de la Salud: Un Nuevo enfoque en la Atención Integral de la Salud”, que era precisamente el nuevo enfoque al que Ud. se ha referido. Lo que le estoy manifestando, es que tiene Ud. en dicha publicación una referencia del concepto y las bases, extraídas y coordinadas, ya, con todas las instituciones relacionadas con la salud, lo que le permitiría acortar el tiempo para elaborar un nuevo documento, de ser necesario. Extrañamente este enfoque fue eliminado al año siguiente de su promulgación estando en ejecución en varias Regiones del país.

En relación al segundo factor, el social-comunitario, al que habíamos hecho referencia como el otro 50% de la estrategia para derrotar al virus, al igual que el médico tiene éxito con un paciente infectado, la participación de la comunidad lo tiene en la tranquilidad que el propio paciente y su familia lo requieren.

A estas alturas, en el 48 avo. día de presencia letal del coronavirus, cuando se tienen 19, 250 casos positivos, 2, 434 hospitalizados y 530 muertos, la preocupación y la intranquilidad, sumado a la evidencia de que los casos se incrementan, antes de disminuir; que los hospitales no brindan la atención necesaria; que las pruebas de diagnóstico son insuficientes; que cada día se infecta o mueren los propios médicos y/o personal de soldados y policías; de ver que los bonos, las canastas o bolsas de víveres no les llega por los defectos burocráticos, la insuficiencia o la corrupción en los repartos; comienzan a verse mellados la confianza y la seguridad de salud personal y familiar de la población. De allí la conducta de no cumplir con las recomendaciones dadas por la autoridad. Esta rebeldía, no es más que la respuesta a esta sensación de frustración, y a la postre, de pensar y aceptar que es los mismo morir de hambre o con el virus.

En ese sentido, creemos que es crucial que la estrategia considere, en esta segunda etapa de la cuarentena, la participación de la población, con el criterio, de que es mejor que antes de entregarle pescado, enseñarle a pescar. Y esto se lograría haciéndole participe en los esfuerzos por controlar y acabar con el mal que nos afecta a todos por igual. 

La Participación de la Comunidad organizada: Se puede lograr con la promoción inmediata de los Comedores Populares, los cuales, por antecedentes, se pueden constituir en medidas de contención con un aproximado de hasta 15, 000 a nivel nacional. Con ellos se atenderían diariamente aproximadamente a un millón quinientos mil usuarios, lo cual permitiría, de ser el caso, adquirir productos alimenticios a pequeños productores en las diferentes regiones del país, siempre que cumplan los requisitos de calidad, lo cual se lograría con la capacitación y planificación técnica que le brindaría el ministerio de salud y agricultura, principalmente. Con ello, se daría atención alimentaria, a nivel nacional, a zonas urbano-marginales y rurales, principalmente, reduciendo la ansiedad y la frustración de la gente. En Lima, la capital, que tiene los mayores índices de coronavirus, son precisamente en los distritos más pobres y populares donde se da: San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Comas, Villa María el Triunfo, Independencia, Chorrillos, El Agustino, Rímac, y en los cuales jugarían un papel activo e importante los Clubes de Madres. Su funcionamiento, para los menús diarios, se haría con apoyo del Estado, dotándolos de los materiales necesarios (cocinas, ollas, utensilios, y alimentos no perecibles como menestras, arroz, leche, avena, conservas, etc.; las madres de familia aportarían los alimentos perecibles, y su trabajo diario para la preparación de los menús y de la atención de los usuarios. La experiencia vivida en 1990, así lo demuestra.

Esta estrategia no sólo solucionaría de inmediato el problema del hambre de un importante porcentaje de la población que menos tiene, sino que mostraría una capacidad de respuesta del gobierno a la población, lo cual lamentablemente no lo logra con su estrategia médico-sanitaria. Es importante detener el estado de angustia en la población de menos recursos, que lo obliga a rebelarse a las órdenes de inamovilidad impartida por el gobierno. Esta lectura de angustia de comenzar a sentir el hambre, es precisamente la que no ha logrado descifrar el ministro y su Comando de Operaciones, interpretándolo sólo como rebeldía o irresponsabilidad siendo, por el contrario, la conducta impotente de la gente que invadió precisamente los mercados de estas zonas populares para vender y/o comprar y así resolver su problema inmediato de alimentación. De allí que suena contradictoria la fácil sugerencia de aplicar las conocidas multas como castigo, ignorando si estará en capacidad de pagarlas ahora, en tanto no cuenta con dinero ni para comer, ni lo tendría después, en tanto la reactivación económica tardará, con seguridad.

Esta estrategia de incorporar a la comunidad organizada, a la larga permitiría también, sino al mismo tiempo, promover actividades microempresariales con participación activa de las mujeres e ir formando unidades productoras que se vayan integrando a la recuperación del aparato productivo del país, después de la etapa post-coronavirus. Para ello, se cuenta con la Ley 30355 “Ley de la Promoción de la Agricultura Familiar”, vigente, que tiene por objeto establecer las responsabilidades del Estado en la promoción y desarrollo de la agricultura familiar, por la importancia de su rol en la seguridad alimentaria. Sería cuestión de ir planificándolo.


Finalmente, como una contribución adicional, se muestra en el Cuadro 1 (de nuestra autoría), una matriz que, en nuestra modesta opinión, sintetiza las proyecciones de esta estrategia, el cómo y por qué el gobierno debe actuar de inmediato. Asimismo, la proyección del potencial de desarrollo al que la comunidad puede aspirar, lograda su estabilidad social.

Muchas Gracias.

 imagen final

 

Espacio Publicitario