A PROPÓSITO DE NUESTRA INDEPENDENCIA
A la gran mayoría de los ciudadanos de nuestra PATRIA, el PERÚ, nos convoca conmemorar y celebrar 198 años de nuestra Independencia Nacional. Sin embargo, tenemos el Deber y la Obligación de ser reflexivos y auténticos, en nombre de una Nación que está herida de muerte por la inconducta, en muchos casos delictivas, de una clase dirigente parásita, llena de oprobio, deshonor, que ha mancillado el Dignidad y la Lealtad de aquellos prohombres que ofrendaron sus Vidas hasta el sacrificio.
Farsantes de la política que lejos de construir una Nación Soberana y una PATRIA Libre e independiente, se han dedicado a privilegiar sus apetitos personales asaltando al Estado como un botín y parcelando sus lotes de poder.

Son muy pocos los políticos honestos y patriotas, casi contados con los dedos de las manos, los que hacen de los Valores y Principios su norte Ético y Moral. Ninguno de esos falsos Padres de la Patria puede mostrar Dignidad, Honorabilidad y Responsabilidad. Son los verdaderos verdugos de una Democracia que ha sobrevivido más no sé ha consolidado.
La demagogia, la mentira, el engañó y todo un conjunto de falsedades han caracterizado a éstos corsarios de la política, que no han hecho nada bueno para la Nación.
Clase política y dirigente atrapada desde siempre por la Codicia, la Frivolidad, el Deshonor y la Traición como conducta cotidiana, ahora inaugura nuevas prácticas para continuar entornillados al Poder político. Porque tenemos un rosario de patéticos ejemplos de políticos de vieja y nueva cuña que siguen danzando mientras saquean el Patrimonio Nacional.
Bien lo dijo durante su Homilía el Arzobispo de Lima, cuando recordó el comentario de Su Santidad el Papa Francisco: "¿Por qué en el Perú cada Presidente que termina su mandato va preso ?" ¡Una reflexión que nos llena de vergüenza!
A dos años del Bicentenario tenemos un país fracturado, con una escala de Valores y Principios ignorada por aquellos que usurpan el auténtico valor democrático de nuestro país. Individuos que acudieron a una Misa y Te Deum a mostrar su verdadero rostro de ambiciones desmedidas, a sabiendas que el verdadero pueblo peruano los aborrece, repudia, por sus hipócritas conductas llenas de deshonestidad, y que los peruanos de bien que los peruanos los tildan con los adjetivos peyorativos más duros y vergonzosos.
Una clase política y dirigente que a lo largo de las décadas se dedicó a robar en yunta con sus socios y aliados de la corrupción.
Más de 250 mil millones de dólares robados abiertamente, mientras el Perú requería urgentes soluciones a demandas sociales de millones de peruanos desprotegidos. Escuelas destruidas, hospitales carentes de lo más mínimo, mientras grandes zonas urbanas destruidas por los desastres naturales, y el campo agrícola en manos de pocos nuevos terratenientes, mientras el auténtico campesino abandonado a su suerte. Un país a todas luces saqueado por los mismos delincuentes de siempre, colgados del poder y de aquellos que con el voto popular llegaron para enriquecerse ilícitamente
La corrupción no es nueva en el Perú. Es uno de los males que ha creado sistemas y hasta conductas delictivas desde el poder. Con todo el dinero robado, en el Perú ya se habría resuelto los problemas de la anemia y la desnutrición, de la educación y salud precaria, de peruanos que habitan los cerros sin agua potable, alcantarillado y servicios mínimos.
Sin embargo, los políticos organizaron su sistema de robos sistemáticos, en alianza con empresarios corruptos locales y extranjeros, o como ocurrió con el régimen de Alberto Fujimori, sustracción de los recursos desde el poder con MONTESINOS y sus socios delincuentes
Esas son realidades incontrastables, que se repiten cada quinquenio con ladrones de turno al acecho.
Y esta práctica tiene que terminar para dar paso a un Nuevo Perú, donde primen los Valores y Principios, y que los futuros nuevos dirigentes no permitan que se negocie a la Patria en lugar de defenderla con Honor y Dignidad.


En deshonrosa audiencia un expresidente peruano -como un preso común vestido de rojo- recibió la sentencia del juez Thomas S. Hixson para que continúe en una celda norteamericana mientras se resuelve el pedido de extradición del Estado Peruano para que retorne a enfrentar la justicia.


La mañana del 17 de julio de 1932, cuando le faltaba una semana para cumplir 17 años, Juvenal Ñique se enteró de que el pueblo había tomado el cuartel O’Donovan para iniciar una revolución social.
Y los hijos buenos, a veces sin ayuda se bautizan y dominan a los elementos, logran lauros, cincelan al Perú de ahora, y nos hacen sentir orgullosos y nos contagian, y sus luchas solitarias, de pronto se hacen nuestras.