El racismo como doctrina
Para que no le apliquen a uno la Ley como se aplica una inyección intramuscular en el poto, hay que tener en el Perú un apellido de rancio abolengo, distinguido, un apellido de plaza o de calle. Uno que le permita a usted decir “¿sabe con quién está hablando?” Si alguien se apellida Quispe, Pérez, Yamasato o Tang va jodido.