Ay, qué cochinos…
La verdad que los peruanos somos recontragiles. Nos asombra que de vez en cuando la prensa descubra cucarachas, pericotes y ratas en algunos restaurantes. Por Dios, no hay ristorante, así, en italiano, que carezca de este personal, que dicho sea de paso debiera estar en planilla porque viene laborando honesta, cumplida y permanentemente desde la fundación del negocio. Si esta fauna no le ha planteado un juicio al dueño es porque no hay legislación que la ampare, y porque nuestros abogados todavía no han incursionado en ese negocio. ¿Escuchaste, Fernandito?