Reflexiones ante una muerte
Es muy difícil expresar una reflexión en este momento y bien entiendo que ha de ser difícil leerla o escucharla, puesto que, para realizarla de modo integral, habría que decir también cosas que no serían simpáticas.
Ahora y en los cercanos días, considero que, por respeto al dolor de los hijos del señor García, objetiva y necesariamente los más afectados, lo digo porque perdí a mi padre a los 16 años, debo guardar para después mis opiniones y juicios.
Deploro, eso sí, tanto los ataques que lo denigran, en el momento de su trágica muerte, como las provocaciones de quienes pretendiendo endiosarlo o colocarlo en el panteón de los héroes o mártires, devienen a provocar la reacción de los primeros.